Friday, November 2, 2018

Una Historia sobre la relación de una iglesia

A favor de la guerra contra la pobreza y la renta bàsica universal.


Una vez, el 12 de mayo de 2005, me desplacé al otro lado del río, desde Lituania a Rusia, que antes de la 2ª Guerra Mundial se conocía como “Pequeña Lituania” y Prusia. Fui a un pueblo llamado Jasnoe (Kaukėnai antes de la guerra), para investigar cómo se vivía allí y pedí el permiso para construir una casa de madera. Recibí el permiso y elegí el lugar de construcción en el mismo día. También los trabajadores se encontraban en el mismo sitio. Pregunté a Tatiana, administradora local, si conocía a alguien que pudiera ayudarme a construir una casa nueva y me propuso a Andrej, el hijo de su secretaria. Conocí a Andrey y le pregunté si estaba interesado, dijo que sí y también le pregunté si tenía amigos que pudieran ayudarnos. A la mañana siguiente me presenté al lugar de trabajo y allí esperaba un equipo de 11 hombres.
Tenía en el coche un esbozo del proyecto y los trabajadores pudieron empezar a trabajar. Volví a la semana siguiente y el fundamento de la casa estaba finalizado. Pagué por el trabajo realizado, y mi equipo especial continuó con el paso siguiente.
Era un ambiente agradable y un trabajo facil; los visitaba una vez por semana satisfecho de lo exitosamente que iba todo. Éramos una compañía amigable, solíamos comer juntos. Tres meses después, una casa espléndida se había construido.
En la última fase se me acercó un hombre del lugar, Sergei, y me preguntó si estaría interesado en adquirir un edificio eclesiástico como propiedad tambien.
La edificación eclesiástica era grande, en parte quemada, propiedad del Koljoz (tipo de compañía agrícola soviética) y tras la bancarrota del sistema Koljoz, la vieja iglesia con toda su herencia de historia lituana y prusiana se convirtió en propiedad de Sergey Starozhuk.
Le dije a Sergey: “Sí, me gustaría ser el dueño de esa iglesia” e hice una oferta por un millón de rublos (unos 10.000 euros), que aceptó.
En lugar de pagarle fui a Francia con mi mujer, al pueblo de Taizé pensando en qué tipo de celebración estaría bien realizar en el interior de la iglesia. El problema era que esa iglesia fue construida hace 500 años por los Protestantes, ahora Jasnoe es una ciudad moribunda, menos de 1000 residentes viven allí, mayoritariamente ucranianos y rusos, prácticamente sin religión, pero teniendo que elegir estarían más cerca de una imaginación ortodoxa, por lo que a mí respecta yo soy de confesión católica.
Por otro lado, mi propia familia nació tras el encuentro Taizé de año nuevo, 1994-95, en París. Un mes después de ese encuentro conocí a la que sería mi esposa, y por eso recibí esta impresión: El espíritu de Taizé puede ser el mejor para la celebración dentro de esta iglesia y podría venir aquí sin confrontación.
Taizé es el nombre de un pueblo y a la vez una comunidad cristiana ecuménica iniciada allí en 1940 por el protestante suizo Roger Schutz con hermanos de diferentes naciones y denominaciones. La comunidad de Taizé, en ese tiempo, era ya bendecida y reconocida por todas las principales iglesias.
Así que me fui a Taizé en Francia por primera vez y allí encontré al hermano Rob por segunda vez. Rob, el miembro de la comunidad, habla lituano y era responsable de coordinar a los peregrinos de Lituania. Le conté a Rob sobre mi inspiración de reconstruir una iglesia en Jasnoe y el problema que veía y cómo resolverlo. Le dije que quería traer desde Taizé a Jasnoe el sacramento del “Corpus Deus”.

En respuesta, Rob dijo que era una idea hermosa y que le gustaría ayudarme cuando volviera a verle junto con la comunidad de esa iglesia. Respecto al sacramento, Rob dijo: “Taizé sólo es el nombre de un pueblo, no de la iglesia, y la intimidad (específica) del pan y el vino de Taizé debe permanecer aquí. En lugar de iglesia, Rob sugirió llamar “casa de oración” al edificio eclesiástico de Jasnoe.

Al día siguiente mi mujer Inga y yo volvíamos de Francia a Lituania, y un día después Inga me dijo: “Sabes qué han dicho en la radio?” Dijo: “Hoy en Taizé (16-8-2005) en medio de la iglesia ante mil personas, una mujer de Rumanía con un cuchillo ha matado al hermano Roger, de 90 años.

El “accidente” en la iglesia me impresionó. Por esta impresión, tres años más tarde, en el Hospital Psiquiátrico de Dijon visité a la mujer rumana que asesinó a frére Roger. Desde ese día se encontraba presa en el hospital Chartreuse con el diagnóstico de esuizofrenia.

El día que llegué a Dijon era soleado y hermoso. Cuando llegué al hospital empezó a llover y un rayo enorme cayó unos minutos antes de que apareciera Luminita. Luminita era una mujer bastante pequeña, de 1,65cm, y un año mayor que yo. Cuando ocurrió el “accidente” ella tenía 36 años. Estudió radiotecnología en la universidad. Dijo que sus padres habían sido ortodoxos convertidos al catolicismo, y se enfrentó a cierta discriminación. Luminita estaba contenta de tenerme como visitante, sólo su madre venía a verla una vez al año. A pesar de que la medicación ralentizaba su reacción mantuvimos una interesante y agradable conversación. El giro de su talante apareció cuando estábamos hablando del “accidente” en la iglesia de Taizé. Luminita reconocía que ella estaba en la iglesia con un cuchillo en la mano, pero decía no ser ella quien mató al hermano Roger. Dijo que ella había traído el cuchillo a la iglesia para expresar un cuento irlandés sobre un zorro ante el hermano Roger, pero el cuchillo que le mató no era el mismo que ella tenía, el asesino fue también otra persona, no ella realmente.

En los libros de Roger Schutz, también hablan sobre actividad del espíritu. Él escribe sobre alma como fuente de vida, de gozo y comprensión, sobre el espíritu como si se tratara de una persona real. Luminita también habla sobre otra persona junto a ella el día del accidente.

En el funeral del hermano Roger el nuevo prior de la comunidad Taizé, Hermano Alois, dijo:
Diós de bondad, confiamos a tu perdón a Luminita Solcan que, en un acto de enfermedad, puso fin a la vida del hermano Roger. Con Cristo en la cruz nosotros te decimos: Padre, perdónala, ella no sabía lo que hacía.(http://whispersintheloggia.blogspot.com.es/2005/08/roger-at-rest.html)

Para terminar esta historia quiero decir también: “Perdona, Padre, a todos que ya saben dónde encontrar la iglesia para sin-techos, donde la vida sin techo se acaba y estado de derecho se puede empezar."